L’Atelier, la colección más íntima de Salvatore Plata, donde el arte más libre renace e inspira cada joya.

Una tarde de junio, la luz filtrada por una ventana entra tenue en mi taller, hace calor.
Tiro fuerte de la sábana vieja que protege la antigua cómoda y millones de puntos de polvo brillan a través de los rayos de sol.
Huele a barniz y a madera vieja, me sirvo un té frío, pongo un antiguo vinilo en el arcaico tocadiscos, me siento y pienso y recuerdo… hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Examino cada rincón, donde ella colgaba sus pinceles, sus óleos viejos, aquel cuadro que nunca me gustó, la estantería donde, en pequeños botes de cristal, ponía los esquejes de aquellas plantas que iba encontrando, su mesa de madera donde pasábamos horas jugando al ajedrez, esas vigas viejas y aquel baúl…
El baúl donde guardaba una veintena de vestidos con los que me gustaba soñar a ser ella.
Ahora, después de tantos años, me encuentro de nuevo sentada aquí, redescubriendo cada grieta de la pared, cada huella de arte que ella dejó y pienso estar todo el tiempo que quiera, aquí, en L’Atelier.

El año 2020 nos ha obligado a ver la vida desde una perspectiva distinta y sobre todo nos ha mostrado, de la forma más cruda, de lo que somos capaces, capaces de sacar de dentro lo mejor de nosotr@s mism@s, hemos tenido tiempo de conocernos de nuevo y dar rienda suelta a nuestra creatividad.
L’Atelier es un recuerdo lleno de colores, de olores, de tejidos, de luces y sombras, de anhelos y de sueños vistos a través del arte, que ha inspirado de forma tan marcada nuestra nueva colección.
El arte entendido como expresión creativa, como algo que todos poseemos de uno u otro modo, el arte en su forma más primitiva y libre.
Las manos manchadas de pintura, los esmaltes, los panes de oro, el jarrón de rosas al lado de la ventana, las tardes de lluvia en verano, las campanas de la Iglesia y esa vieja máquina de escribir.
Todo eso en un espacio idílico, el taller que a todas nos gustaría tener, un espacio donde relajar nuestra mente, pintar, bailar y por supuesto, crear.