En tiempos difíciles siempre hay que encontrar la vertiente positiva, pensar en llegar a la esencia de las cosas, por muy complicado que nos sea ver esa parte.

Durante este tiempo tan difícil, nuestra intención es seguir enseñandos «COSAS BONITAS» y poder llegar con la belleza de las joyas hasta vuestras casas. Sí, porque activar las emociones estéticas produce bienestar y es uno de los granitos de arena que Salvatore Plata puede aportar en estos tiempos en los que el desánimo y la dejadez pueden aparecer en cualquier momento.

Tenemos la gran suerte de dedicarnos a la joyería y aunque parezca contradictorio, aun en estos tiempos en los que nuestro producto no se puede vender, seguimos estando muy orgullosos y contentos de crear joyas, de despertar emociones, de dedicaros a todos vosotr@s, belleza.

Las emociones estéticas son la respuesta emocional ante la belleza.

La experiencia emocional ante lo bello, nace de la sensibilidad y crece cuando la conexión con lo que se está observando produce sensaciones como placer, tranquilidad, ilusión….

Cuando desde el departamento de diseño de Salvatore Plata empezamos a crear, esa emoción estética empieza a inundar a cada una de las personas de cada uno de los departamentos que forman nuestra empresa. Porque la belleza despierta emociones extraordinarias.
Consideramos nuestro trabajo como arte, la joyería, la decoración, la naturaleza.. etc. pueden despertar emociones muy diversas que conectarán con experiencias anteriores y también con nuestra historia personal. Pues eso es la esencia final de nuestro trabajo, despertar emociones, emociones positivas, por supuesto.

Queríamos compartir esto con tod@s vosotr@s ya que seguro que estáis en momentos de reflexión, de análisis y os animamos para que busquéis vuestra esencia.

Salvatore Plata también está haciendo el mismo ejercicio y desde luego nuestra conclusión es que crear belleza con nuestro producto es emocionante y enriquecedor pero sin vosotr@s que sois los que recibís esa belleza, la transformáis y la valoráis, nuestro trabajo no tiene sentido.

Muchas gracias por seguir ahí y por ser el motor de nuestra esencia.

SALVATORE PLATA